Comprender y prepararse para riesgos potenciales es fundamental tanto para las empresas como para los viajeros. Crisis24, socio del BCD Marketplace y plataforma líder en gestión de riesgos de viaje, consultoría en crisis y soluciones de protección personal, ha publicado su Pronóstico Global de Riesgos 2025. El informe ofrece un análisis detallado de las principales tendencias y eventos que se espera impacten a las organizaciones en el próximo año. Apoyado por inteligencia especializada y mapas de riesgo innovadores, este informe profundo busca mejorar la resiliencia organizacional a través de perspectivas estratégicas. El resumen que aparece a continuación representa exclusivamente las opiniones de Crisis24.
Aviación: Navegando zonas de conflicto
La industria de la aviación enfrenta importantes desafíos debido a zonas de conflicto actuales y emergentes. Las aerolíneas deben esquivar estas áreas para garantizar la seguridad, lo que conlleva cierres de espacio aéreo, trayectos más largos y mayores costos para los viajeros. Oriente Medio y Ucrania son regiones especialmente relevantes que afectarán las operaciones aéreas en 2025.
Los desafíos operativos y de seguridad han llevado a algunas aerolíneas a cancelar sus servicios hacia Oriente Medio, preocupadas por los riesgos a sus equipos de navegación, los cuales pueden verse afectados por operaciones militares o interferencias deliberadas. A medida que los conflictos se expanden, los vuelos comerciales pueden enfrentar más interferencias electrónicas, aumentando la congestión en el espacio aéreo cercano y sobrecargando los sistemas de control aéreo. Como consecuencia, los viajeros podrían experimentar cancelaciones, tiempos de vuelo prolongados y tarifas más altas.
Ciberseguridad: Amenazas crecientes en un mundo digital
La ciberseguridad sigue siendo una preocupación crítica en medio de las tensiones geopolíticas, los avances en inteligencia artificial (IA) y la llegada de la computación cuántica. El informe destaca el uso creciente de tecnología para comprometer infraestructuras críticas, con ataques cibernéticos patrocinados por estados que se vuelven cada vez más intensos y extendidos.
En 2024, se intentaron comprometer sectores como la defensa en EE. UU., servicios públicos, proveedores de internet y sistemas de transporte, dejando en evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura global. A medida que la IA se vuelve más común, surgen nuevos retos de ciberseguridad, incluidos ataques automatizados, suplantación de identidad y técnicas avanzadas de social engineering. Además, los ciberdelincuentes están acumulando datos cifrados hoy, con la intención de descifrarlos en el futuro utilizando computación cuántica.
Para enfrentar estas amenazas, las empresas deben invertir en medidas sólidas de ciberseguridad, que incluyan tecnología, capacitación y planes de gestión de crisis. La seguridad en la nube y los riesgos de terceros siguen siendo prioritarios, y se espera un aumento en la regulación y supervisión gubernamental para proteger la exposición de datos. Una ciberseguridad proactiva marcará la diferencia entre buenas y malas prácticas empresariales.
Medioambiente: Adaptarse al cambio climático
El cambio climático continúa agravando la magnitud, duración e intensidad de los eventos climáticos extremos, afectando tanto los viajes como las operaciones empresariales. El aumento de la temperatura global provoca lluvias más intensas, mayores inundaciones y más incendios forestales. Estos cambios presionan aún más las infraestructuras ya debilitadas y representan amenazas importantes para la salud pública mundial.
Las altas temperaturas, lluvias récord y fenómenos extremos se están convirtiendo en la norma. Viajeros y empresas deben prepararse para posibles interrupciones y adaptarse para minimizar los impactos sociales, físicos y financieros del cambio climático.
Los actores involucrados desde individuos hasta organizaciones multinacionales—deben colaborar para evaluar los cambios necesarios y comprometerse con estrategias que refuercen la resiliencia. Si bien adaptarse al cambio climático implica costos, estos se ven compensados por los beneficios a largo plazo de evitar interrupciones, reducir daños y salvar vidas.
Salud: Crisis sanitarias provocadas por conflictos
Las zonas de conflicto en el mundo están generando graves crisis de salud pública. La infraestructura sanitaria ha colapsado, los programas de vacunación se han detenido y las enfermedades infecciosas están aumentando. Estos efectos pueden tener repercusiones globales al propagarse a través de poblaciones desplazadas, afectando sistemas de salud regionales e internacionales.
La falta de acceso a agua potable, alimentos y servicios de saneamiento favorece la propagación de enfermedades transmitidas por agua y alimentos en zonas de conflicto y campos de refugiados. La desnutrición es otro problema crítico, agravado por la «utilización estratégica» del acceso al agua como arma, lo que contribuye a brotes de enfermedades como el cólera.
La prestación de atención médica interrumpida, la falta de vacunaciones, el hacinamiento y las condiciones sanitarias precarias aumentan la vulnerabilidad ante enfermedades infecciosas. Los conflictos armados generan nuevos retos sanitarios mientras las autoridades ya luchan por gestionar las necesidades existentes. Pacientes—incluidos viajeros—con enfermedades crónicas o no transmisibles tendrán dificultades para acceder a atención médica en zonas afectadas por conflictos y regiones vecinas.
Sector marítimo: Persisten las interrupciones en Oriente Medio
Se espera que las interrupciones marítimas en Oriente Medio continúen a mediano plazo. Los ataques han obligado a las compañías navieras a desviar sus rutas por el sur de África, lo que incrementa los costos y agrava los desafíos logísticos en las cadenas de suministro. Esta situación no parece cambiar en 2025.
A pesar de los ataques aéreos y las fuerzas de protección marítima desplegadas por EE. UU., Reino Unido y la UE, los ataques continúan. Los riesgos de escalada siguen presentes, y ataques más indiscriminados podrían provocar aún más desvíos lejos del mar Rojo.
Los servicios marítimos en el Mediterráneo oriental también podrían verse afectados, lo que impactaría las cadenas de suministro locales y las infraestructuras de energía costa afuera. Las operaciones hacia y desde Siria, Turquía y Chipre también podrían verse comprometidas.
Prepararse para el futuro
El Pronóstico Global de Riesgos 2025 de Crisis24 ofrece valiosos conocimientos sobre los desafíos y oportunidades que se avecinan. Comprender estas tendencias clave y prepararse en consecuencia permitirá a empresas y viajeros mejorar su resiliencia y desenvolverse con éxito en un mundo complejo y cambiante.
Para profundizar en estas perspectivas, descarga el informe completo.
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