El nuevo informe Panorama de riesgos en los viajes, de BCD Travel, ofrece a gestores de viajes, responsables de compras y organizadores de viajes corporativos información esencial para establecer prioridades y ajustar sus programas de viajes corporativos en tiempos de gran incertidumbre y cambios constantes. Basado en las estadísticas internas del equipo de Global Crisis Management (GCM) de BCD, que supervisa los riesgos e incidentes mundiales las 24 horas del día, así como en fuentes externas de la talla de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la Organización Mundial de la Salud (OMS), Oxford Economics y el Foro Económico Mundial, el informe describe siete categorías de riesgo que pueden afectar a los viajes de negocios:
- Panorama económico
- Cambio climático y fenómenos meteorológicos extremos
- Acontecimientos geopolíticos
- Riesgo personal
- Ciberseguridad
- Amenazas para la salud
- Nuevo mundo, nuevos riesgos de viaje
Los riesgos de viaje cambian – y también debe hacerlo la asistencia a los viajeros
El equipo de Global Crisis Management (GCM) de BCD rastreó los cambios en el carácter de los riesgos de viaje entre 2018 y 2021. Los eventos naturales demostraron ser bastante perjudiciales, ya que el clima extremo, los terremotos y los incendios forestales fueron responsables de casi una cuarta parte de todos los incidentes en 2021, frente al 18% en 2018, según la investigación del GCM. Los incidentes de viajes aéreos representaron el 30% de todos los eventos entre 2018 y 2020, con los fallos de las aerolíneas como un gran problema en 2020. Esta cifra se redujo al 20% en 2021, pero eso no significa que hubo menos trastornos en los vuelos; es posible que los viajeros hayan decidido evitar los aviones y optar por otros medios de transporte. Los disturbios civiles e incidentes violentos representaron alrededor de una quinta parte de los eventos relacionados con el riesgo desde 2019. La conclusión: no es solo viajar desde un lugar hacia un destino determinado lo que genera riesgo; los viajeros también están en peligro mientras permanecen en dicho destino, y necesitarán el apoyo de los gestores de viajes durante todo el trayecto y la estadía.
1. Bienestar económico y viajes de negocios
El estado de la economía es importante para los viajes de negocios. Influye en los productos y servicios que se compran y venden. Afecta la confianza de las empresas y el ánimo para invertir. El reto para los programas de viajes es que el estado de la economía influye en el grado de presión al que se enfrentan las empresas para controlar sus gastos y presupuestos. Esto afecta la planificación; las decisiones de negocios; los ingresos y ganancias e, inevitablemente, los viajes.
2. Cambio climático y estado del tiempo
Las consecuencias de los fenómenos climáticos extremos sobrepasan los eventos en sí mismos. Por ejemplo, el aumento de los vientos y las precipitaciones en un lugar aumenta el riesgo de inundaciones en otros lugares. Los equipos de viaje deben desarrollar y adaptar políticas para prever el apoyo a los viajeros retrasados por la tormenta y a aquellos amenazados por las inundaciones.
3. Política mundial y viajes de negocios
Cuando las interrupciones y el riesgo se derivan de sucesos como la guerra en Ucrania, el Brexit, los golpes de Estado, las elecciones o las protestas civiles, es importante que los gestores de viajes tengan en cuenta el perfil de riesgo individual de cada viajero en el destino o cerca de él, así como los riesgos específicos a los que se enfrentan potencialmente.
4. Riesgos personales
La naturaleza impredecible de los secuestros y actos terroristas hace que la comunicación con los viajeros y los planes de localización sean vitales para los gestores de viajes, especialmente en determinados destinos. A medida que disminuyen las restricciones a los viajes, lo que permite la reanudación de más viajes de negocios, personas y grupos inconformes pueden intentar sacar provecho de las consecuencias socioeconómicas, políticas y de seguridad de la pandemia. Los gestores de viajes deben asegurarse de que los viajeros reciban información previa al viaje y asesoría sobre las medidas de mitigación de riesgos, siempre que viajen a destinos de alto riesgo.
5. Ciberamenazas
Los incidentes cibernéticos pueden comprometer a personas y a infraestructuras completas. La naturaleza transaccional del sector de los viajes, y los sistemas heredados de los que muchas empresas todavía dependen, lo convierten en un objetivo atractivo. El beneficio económico no es la única motivación de los hackers. A veces, ellos realizan un ataque sólo para demostrar que pueden hacerlo. En circunstancias más siniestras, los ataques patrocinados por el Estado contra empresas e infraestructuras pueden formar parte de una jugada política. Tanto los gestores de viajes como los viajeros tienen un rol que desempeñar en la defensa de la ciberseguridad. Ambos deben reconocer, en primer lugar, que las amenazas cibernéticas son un riesgo cotidiano para los viajes, y asumir la responsabilidad de hacerles frente. La sensibilización sobre el tema y la formación en seguridad ayudarán a prevenir o mitigar el impacto, y serán más rentables que la simple respuesta a los incidentes cibernéticos después de que han ocurrido.
6. Riesgos para la salud
La pandemia no ha terminado, pero esto no ha impedido que sigamos con nuestras vidas y viajes de negocios. Más allá del COVID-19, otros virus y crisis sanitarias siguen siendo una amenaza para los viajeros de negocios. Estos deben familiarizarse de nuevo con los riesgos, y estar atentos a las alertas sanitarias, incluso cuando viajen a destinos conocidos. Los gestores de viajes pueden ayudar a educar a su personal sobre las enfermedades a las que pueden volver a estar expuestos al reanudar sus viajes.
7. Trabajos remotos, amenazas reales
El nomadismo digital y el trabajo a distancia están entre las principales tendencias de viajes de negocios para 2022, pero estos entornos de trabajo emergentes están sujetos a amenazas reales. Las amenazas cibernéticas son el riesgo más evidente pues, por el trabajo a distancia, aumentó significativamente el número de empleados que acceden a los sistemas de la empresa mediante dispositivos vulnerables a ataques. Pero los riesgos para empleados y empleadores pueden ser mucho menos obvios. El diario The Guardian informó sobre un trabajador alemán al que se le permitió reclamar el seguro de accidentes laborales porque se consideró que estaba técnicamente desplazándose al lugar de trabajo, cuando se resbaló y se fracturó la columna mientras caminaba desde su dormitorio hasta la oficina que acondicionó en casa. En muchos países, las empresas tienen un deber de cuidado hacia sus empleados, independientemente del lugar en el que trabajen.
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