En la imagen, desde la oficina de BCD Travel en Varsovia, Polonia (de izquierda a derecha): Anna Paluch, director of program management; Adam Kuna, managing director; Katarzyna Ratynska, director of operations, y Anna Potocka, director of finance.
Siete oficinas globales de BCD ya son oficialmente espacios libres de plásticos de un solo uso (SUP, por sus siglas en inglés). Esta iniciativa forma parte de una meta más ambiciosa: eliminar completamente los SUP en todas las operaciones para 2030. El anuncio se hizo coincidir con el Día Mundial del Medio Ambiente, y se alineó con el tema global de este año: poner fin a la contaminación por plásticos.
Por qué importa eliminar los plásticos de un solo uso
Los plásticos de un solo uso figuran entre los contaminantes más dañinos del planeta. Diseñados para la conveniencia, suelen terminar en vertederos u océanos, donde tardan siglos en degradarse y amenazan a la fauna y los ecosistemas. Reducir su uso es solo una parte del enfoque. También, hay un compromiso activo para reutilizar o reciclar el 100 % del equipamiento tecnológico antes de 2030, favoreciendo un modelo circular que prioriza la reutilización, renovación y reciclaje para minimizar el impacto ambiental y mantener los materiales en uso el mayor tiempo posible.
“Como empresa digital de servicios de viaje no fabricamos materiales ni productos que generen residuos de gran volumen. Aun así, reconocemos la magnitud de la crisis global de residuos y nuestra responsabilidad de reducir el impacto desde nuestras operaciones”, señaló Olivia Ruggles-Brise, Vice President, Sustainability.
La meta 2030 cuenta con un indicador claro: eliminar los plásticos de un solo uso más comunes en entornos de oficina, como vasos y tapas; cubiertos; envases de comida; pitillos, y bolsas livianas, tal como lo establece la Directiva (UE) 2019/904. Además, se mejoran constantemente los sistemas de manejo de residuos, para reducir al mínimo el volumen enviado a los vertederos.
Cómo lograron el objetivo las primeras oficinas libres de SUP
Convertir una oficina en un espacio libre de plásticos parte de soluciones prácticas y escalables. Las sedes de Beijing, Fleet, Guangzhou, Lille, Montpellier, Varsovia y Zúrich adoptaron este desafío con creatividad y colaboración. Algunas de las iniciativas clave incluyeron:
- Compra a granel: reemplazar sobres individuales de té, café y azúcar por dispensadores; modernizar las máquinas para evitar cápsulas plásticas.
- Tazas personales: fomentar el uso de vasos y botellas reutilizables en lugar de opciones desechables.
- Alternativas sostenibles: sustituir utensilios, toallas y vasos plásticos por opciones reutilizables o biodegradables.
- Reducción de envases: usar envases más grandes para leche y dispensadores de agua en lugar de botellas individuales.
Un esfuerzo colectivo con impacto personal
Estos cambios van más allá de una meta corporativa: reflejan un cambio de mentalidad que trasciende el entorno laboral.
“Lograr una oficina 100 % libre de plásticos fue un esfuerzo conjunto, impulsado por el compromiso compartido del equipo con la sostenibilidad”, comentó Anna Kowaleska, responsable de oficina en BCD Travel Polonia. “Comenzamos evaluando el consumo de plásticos, reemplazamos bolsas de té plásticas por opciones de papel, buscamos productos reutilizables y adoptamos decisiones más conscientes en el día a día”.
“El impacto es muy gratificante, no solo para el ambiente, sino también para la cultura interna. Esta iniciativa fortaleció el sentido de responsabilidad colectiva e inspiró a hacer cambios sostenibles, incluso en nuestras casas. Es un paso hacia un futuro más verde para esta y las próximas generaciones”.
¿Qué sigue?
Ya contamos con siete oficinas que alcanzaron el estándar. El próximo paso es expandir estas mejores prácticas al resto de la red global. El camino a 2030 está claro: empieza con decisiones diarias más inteligentes y sostenibles.